Y las cuestiones acerca de su futuro
de pronto apuntaban a un nuevo proyecto,
El estaba inseguro al principio,
pero sabía que era momento de dar el paso,
Tras constantes rumores y palabrería de su parte,
él se estaba volviendo un hombre.
ahora rompe el mar como melodías de un cántico.
Su barco aprendió a navegar y con sus manos realizó milagros;
tenía que tomar el camino complicado,
Donde el agua arrastraba de un lado hacia otro con fuerza,
no esperaba que cruzase el Atlántico
Tenía que hacerlo difícil, tenía que saber que lo bueno jamás será fácil.
Que si quería ser hombre, sería martirizado.
Ahora las notas del mar claman de él y por su agrado,
La poesía del océano extraña de su alma
que alguna vez estuvo a su suerte.
Varado y moribundo,
el niño por fin ha madurado.
La melodía del destino acuático
suena con delicadeza y sereno, suena fuerte.
-Alexios Ivanny
